lunes, 22 de diciembre de 2008


Sin perder el paso constante tomo la sortija y ya me he echado a volar y entonces esta historia se comienza ahora, sobre los renglones de las palabras y los márgenes de algunas comas. El otro día entre en cuenta que la inflación había afectado claramente al “me quedo con el vuelto de las compras” de los niños, lo detecte aquella tarde en la que tras mucho tiempo sin hacerlo rechace el vuelto en monedas para aceptar dos chicles, veinticinco centavos cada chicle!!!, no lo podía creer, o si, y me lo imagine con corridas chocolateras a manos de los especuladores del chupetín con chicle o chocolate con sorpresa?, malditos, es como cuando te pregunta ya de grande: Shot o Biznikke? Y para contestar, primero tomas aire, pones cara de “es obvio que…”, y al final elegís a los dos, uno porque esta buenísimo y el otro porque te hace acordar a no se que anécdota de algún tiempo perdido que se viene a tropezar en el momento en que las gomitas buscan alianza dulcera con las bananitas del frasco, tres por diez centavos. Y si no interviene algún alfajor en forma urgente, tendremos que temer lo peor, tomaran el poder las barras de cereal, y hasta corren rumores de alianza con la Vauquita que se jactaba de ser un clásico. Y aumentaran los índices de consumo de chicle cero azúcar sabor menta fresh que pican pero que seguro que mamá tiene alguno en la cartera. Los yummys quedaran para alguna ocasión especial, para un cine o una buena nota. Las golosinas con sorpresa serán la estrategia que los agentes de bolsa diseñaran para compensar la pérdida de ciertos personajes famosos en la línea de colección. Pero vendrán tiempos de alegría y mucho dulzor, cuando Tita y Rodesia vuelvan a estar en stock, no sólo habrá caramelos Holanda, también podremos ver Paragüitas y comer Sugus Confitados!!!, mañanas de muchos mandados, de pequeños vueltos que se olvidan en el bolsillo del pantalón, de tardes diseñando el plan para llegar al kiosco y sin ser sorprendidos escoger una, tan solo una golosina de todo ese montonazos de sabores y colores que me ponen la panza llena y el corazón contento, y me llevan ahora a la heladera a buscar casualmente una Tita, porque ya lo saben, el alfajor Sushard con unos minutos de heladera es lo que debería dominar la tierra, mientras tanto, tenemos a Tita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si volvieron los lentos por qué demonios no vuelven los suchard????
Beso, N.

Moyi dijo...

Que vuelvan los suchard! que vuelvan los suchard!