
Y la noche se fue en reunión, con pisco cola y rolado a la europea, el viaje fue trivial y fue hermoso. Fue de esos bondis que te tomas y esta buenísimo porque todos querían subirse, y como que cuando sacas el boleto quedan atrás esas viejas tenciones. Como crecimos pienso, ya estamos mas grandes, y si, pero igual que antes no paramos de reírnos, y esta bueno que la familia se agrande, y que vaya y que venga y cuando te sentas a cenar en la mesa alquilada de navidad veas que eso de que “lo primero es la familia” no era tan sólo un clishe de Franschella. Yo hoy me había perdido por la ciudad y cuando llegue a casa encontré mi paradero, no es que se había escondido, estaba medio dormido, pero se me fue el sueño y entonces no quedo otra que darle espacio al intelecto: Cual es el río que divide a Uruguay y Argentina?, carajo! Esa la sabía y era por tortita!, Tortita! Tortita! Tiempo Odol en el aire y tic tac tic tac tic tac, comerse las uñas no mejoraba las cosas pero tomarse un Cuba Libre podía ponerlas más interesantes, y entonces…Desafío!, Desafío!, abajo la manito que la capital de Alaska no es Alaska y chito la boca que el personaje mitológico nórdico que empieza con dos consonantes es Thor. Y ahí si, se armo el cachengue…la bana bananita dolca, la, la, la, Gaudio estaba iluminado y el franchute ya no sabía ni quien era Robespierre, Candela contestaba todo pero no tenía suerte en los dados, una juntaba estrellas, la otra leía y yo me reía porque ya estamos más grandes.