sábado, 2 de agosto de 2008


Compraría un libro, pensaría cada palabra y luego te escribiría una dedicatoria, y bajo palabras sellaría mis deseos de que pases un feliz cumpleaños…y tal vez algo más. Aprovechando el espacio que me da la primera hoja en blanco del libro te escribiría una canción. Felizzz Felizzz cumpleañosss, no sonaría tan bien como le sale al bocha, pero haría mis máximos esfuerzos para que suenen mis pulmones lo más afinados posible. Y entre estrofa y estrofa te contaría de mis andanzas por el mundo, de los dragones con los cuales he luchado y de los castillos que he conquistado. Estrecharía mis brazos junto a mi pecho para dar cuenta de la noche que tuve frío y mis voz sonaría suave al recordar con mi cántico algunos de mis recorridos por los campos, que interminables, desafiaban a mis dóciles piernas. Ellas sin decir más empezarían andar, y en nuevo fragmento de mi canción, empezaría una nueva historia. De dragones que escupen fuego por la boca y humo por la nariz, de castillos inmensos sobre prados verdes, del sol que alumbraba el día que se triunfo en batalla, de la noche que me encontró entre festejos y brindis. Y al sonar el último verso, antes de que suene el chan chan final de la música, mi imaginación quedaría al descubierto, te enterarías de lo que sucede cuando canto en silencio y me ausento en los sueños…que camino por los prados, en busca de dragones que tiran humo por la boca y la nariz y que viven en castillos y que luego de intensas y largas batallas me encuentro entre festejos y brindis…y vuelvo a cantar.

2 comentarios:

.M dijo...

muero de amor...

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en serio...no querés ser mi hermana???
eso solucionaría tantas cosas.


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amote blonda...

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Natalias dijo...

brindo por las sisters!

y la difícil ocupación de ser hermana Mayor.